LA ENUNCIACIÓN
Estudios y reflexiones.

Cap.8 “La reflexividad-de-ejemplar” del libro La transparencia y la enunciación de Francois Récanti.
«(1) el agua hierve a los cien grados
La enunciación de esta oración por parte de alguien, el hecho de decirla constituye un acontecimiento que tiene lugar, como todo acontecimiento, en cierto momento y en cierto lugar; este acontecimiento espacio-temporalmente determinado es el decir o la enunciación. El hecho de decir algo es un acontecimiento como el hecho de fracturarse una pierna, como el hecho de recibir una condecoración, como el hecho de nacer o morir. La expresión “el hecho de decir” subraya el carácter de acontecimiento de la enunciación en tanto hecho: un hecho es ante todo, algo que “tiene lugar” o que “es el caso”, según la expresión inglesa.
«Pero una enunciación no es un acontecimiento como los otros, pues una determinación la singulariza: la enunciación significa, está dotada de significación. El enunciado (1) es una secuencia sonora que ha sido audible en tal momento y lugar, del mismo modo que por ejemplo, la sirena de los bomberos o el ruido de una pila de platos estrellándose contra el piso. Todas estas secuencias sonoras, por haber sido audibles, cada una en un cierto momento y en un cierto lugar, constituyen acontecimientos, mas la secuencia sonora (1) presenta algunas peculiaridades suplementarias de todas ellas, la fundamental es que significa que el agua hierve a los cien grados. Ciertamente la sirena de los bomberos o el ruido de la pila de platos también significan algo, a saber, que en alguna parte hay un incendio o una escena de quehaceres domésticos, y en general, todos los hechos son significativos para quien los sabe interpreptar. Pero esta objeción juega con los múltiples sentidos de una palabra ambigua por excelencia, la palabra “significar”, El significado de los enunciados es algo muy particular, es preciso no confundirla con los otros tipos de significado, aunque pueda ser interesante compararlos (y esto es lo que haremos, a grandes trazos, en el capítulo siguiente).
(pag.131)

Entonces:
a) Enunciación es “el hecho de decir (algo)”, “el decir”,


AUSTIN: CONFERENCIA  VIII.  (Resumen y comentarios del libro de J.L.Austin Cómo hacer cosas con palabras, Paidos, 1982)

Hay:
1.- ACTOS LOCUCIONARIOS
2.- ACTOS ILOCUCIONARIOS
3.- ACTOS PERLOCUCIONARIOS

1.- ACTO LOCUCIONARIO: acto que equivale a expresar cierta oración con cierto sentido.
Este acto incluye:
Acto fonético: consiste meramente en la emisión de ciertos ruidos.
Acto “fático”: consiste en la emisión de ciertos términos o palabras, o sea, ruidos pertenecientes a un vocabulario y adecuados a una gramática.
Acto rético: consiste en realizar el usar esos términos con un cierto sentido y referencia.

2.- ACTO ILOCUCIONARIO: es llevar a cabo un acto al decir algo, como cosa diferente de realizar el acto de decir algo. Me referire a la doctrina de los distintos tipos de función del lenguaje, llamándola doctrina de las “fuerzas ilocucionarias”.(144)

3.- ACTO PERLOCUCIONARIO: los actos que producimos o logramos porque decimos algo (convencer, persuadir, disuadir, sorprender, confundir,).


Los efectos o consecuencias de las perlocuciones son realmente consecuencias que no incluyen efectos convencionales tales como, por ejemplo, el hecho de que el que emite la expresión “te prometo que...” queda comprometido por su promesa (esto corresponde al acto ilocuionario). Existe una diferencia clara entre los que consideramos la producción real de efectos reales (acto perlocucionario; por ej. atemorizar) y lo que consideramos consecuencias convencionales (acto ilocucionario, por ej. prometer)

Durante mucho tiempo los filósofos han desatendido estos estudios tratando todos estos problemas (estos actos) como problemas (y actos) de “uso locucionario”.
1.- Hablar de “uso del lenguaje” para referirse a prometer parece exactamente igual a hablar de “uso del lenguaje” para alarmar, excitar,etc. Sin embargo el primer “uso” es convencional, en el sentido que es posible explicarlo mediante una fórmula realizativa, lo que no ocurre con el segundo “uso”. Puedo decir “te prometo...” pero no puedo decir “te alarmo”.
2.- “Uso del lenguaje” abarca otras cuestiones ademas de los actos ilocucionarios y perlocucionarios. Por ejemplo, podemos hablar del “uso del lenguaje” para algo, por ejemplo para bromear. También podemos usar el al de manera diferente al ilocucionario como “al decir eso estaba representando un papel...”. También, por ej.el “uso poético del lenguaje” que es diferente al “uso del lenguaje en poesía”
3.- Podemos “usar el elnguaje” para exteriorizar una emoción:  por ej. insultar. El acto ilocucionario es un acto convencional, hecho de conformidad a una convención. No es así el acto de insultar.

COMENTARIOS:

En el ACTO LOCUCIONARIO Austin distingue: (136-137)
ACTO FONÉTICO----------------EXPRESIÓN: PHONE
ACTO “FÁTICO”-----------------EXPRESIÓN: PHEME
ACTO RÉTICO--------------------EXPRESIÓN: RHEME
(¡QUÉ PALABRAS!)
Recordemos que:
Acto fonético es emisión de sonidos –phone-,
acto fático es  palabras y gramática –pheme-; y
acto rético es expresiones con sentido –rheme-.
“La pheme (y la dimensión fática) es una unidad de lenguaje (language, langue), su deficiencia típica es de carecer de sentido. Pero el rheme (y la dimensión rética) es una unidad de habla (speech, parole), su deficiencia típica es ser vago o vacuo u oscuro,etc”(142) (¿¿¿¿¿???????)
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Al separar la lengua del habla, dice Saussure, separamos al mismo tiempo: 1º lo social de lo individual; 2º lo escencial de lo accesorio. De las dos partes que integran el estudio del lenguaje, “una, escencial, tiene por objeto la lengua, que es social en su escencia e independiente del individuo...la otra, secundaria, tiene por objeto la parte individual del lenguaje, es decir el habla”. Para Saussure no hay nada colectivo en el habla, “sus manifestaciones son individuales y momentáneas. No hay nada más que la suma de casos particulares...sería quimérico reunir bajo un mismo punto de vista la lengua y el habla”.
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La oración o la frase ¿es lenguaje o es habla?, ¿la frase es asunto de los lógicos?, ¿hay una lingüística del habla? ¿De quién es el habla, quién está autorizado a tratarla?
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Los actos ilocucionarios plantean de manera acuciante éstas cuestiones. Nada fácil.
Los actos ilocucionarios se sostienen en verbos -¿o será acaso que no consisten más que en decir verbos? De los verbos sabemos -por Jakobson- que son uno de los principales elementos articuladores (shifters, embrages, conmutadores) entre el enunciado y la enunciación (entre lo dicho y el acto realizado al decirlo).
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“Usos del lenguaje”, “funciones del lenguaje” ¿son maneras temerosas de designar los actos?
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Nosotros los llamamos DISCURSOS, DISPOSITIVOS. Se trata sin dudas del HABLA, a la que –por nuestra parte- encontramos social por excelencia.
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Trato –con todas estas vueltas- de acercarme al concepto de PRAXIS:  tratar lo real mediante lo simbólico. No hay otro medio –agregaría- de acceder a lo real sino es a través de lo simbólico. O, como trato de decir, que TODA EXPERIENCIA ES DISCURSIVA Y TODO DISCURSO ES EXPERIENCIA. (o: todo acto locucionario es también un acto ilocucionario y a la inversa). La afirmación “no hay manera de acceder a lo real sino a traves de lo simbólico” es clave.
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   Como se alcanza a percibir en Austin, el acto ilocucionario no se trata unicamente de palabras, o de algo verbal, se trata de un ACTO, que también es posible de realizar con otras acciones, distintas a emitir palabras pero que -es lo extraño- también tienen –o caen en- un régimen parecido. Es el ejemplo de gritar algo o tirar huevos o tomates como forma de “decir” protesto; allí lo que se realiza no es una acción pre-verbal (suponiendo que fuera posible algo así) sino algo plenamente discursivo. Lo simbólico se refiere a un ACTO, no meramente a una acción lingüística -un acto se puede realizar en pleno silencio (y quizá –aunque hablemos- deba realizarse así). Entonces, cuando digo discurso digo acto.
Sólo el acto permite el acceso a lo real y –por tanto- es lo que nos hace real.
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Pero actos ilocucionarios hacemos siempre, por el sólo hecho del hablar ¿por qué no somos reales entonces? Aquí hay algo curioso: constantemente hacemos actos pero sin darnos cuenta, sin querer, sin saberlo (como el que hablaba en prosa sin darse cuenta). ¿Sin querar saberlo?
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“Enunciar” –dice Austin- es un acto ilocucionario, uno más entre tantos. Nosotros le llamamos DISCURSO PROPOSICIONAL, REPRESENTATIVO. Acto ilocucionario es aquel que se realiza AL decir algo, diferente al acto DE decir algo (acto locucionario). Sin embargo en el REALIZATIVO EXPLÍCITO EN Y POR LO DICHO SE ESTABLECE EL ACTO REALIZADO.  
Sin embargo, aunque en el discurso representativo pueda explicitarse el “ENUNCIO”, HAY MUCHAS OTRAS COSAS QUE NO SE EXPLICITAN PERO QUE TAMBIÉN SE REALIZAN: DISOCIACIÓN.
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PRIMERA TESIS: LOS ACTOS PERLOCUCIONARIOS ESTAN DETERMINADOS POR LOS ACTOS ILOCUCIONARIOS. (Por eso los actos perlocucionarios pertenecen a la psicología, sociología, historia,etc)
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Los actos perlocucionarios están centrados en los efectos o consecuencias que se logran o se buscan lograr. La realidad viene después. Los ilocucionarios son los que se realizan AL decir algo. No los puedo hacer de cualquier manera, SON ACTOS CONVENCIONALES, ARTIFICALES -SON SOCIALES POR EXCELENCIA (más que los perlocucionarios). Los efectos perlocucionarios son hechos . Los actos ilocucionarios, en cambio, son lo más parecido a un hechizo, a un encantamiento. Son el acceso a lo real mediante lo simbólico.
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EL HABLA ES UN HECHIZO, UN ENCANTAMIENTO.
(los hechizos y los encantamientos también consisten en decir ciertas palabras, por ejemplo una maldición –no hablo aquí de insulto-. Lo mismo los conjuros, invocaciones,etc. Hay que investigar estos hechos. Lo mismo ocurre con ciertas acciones diferentes a decir palabras pero que funcionan “discursivamente”, tales como ritos –persignarse, tocar madera-, cábalas –hablar con tal persona antes de un examen-, signos –no perder monedas, o buscar monedas perdidas-). Todo esto, sin dudas, escapa de lo que usualmente se entiende por HABLA. Pero ¿adónde corresponde?. Nada de esto es psicológico ni sociológico (obviamente se lo puede estudiar de allí –como a los estados místicos -, pero no corresponde: imperialismo de la proposición). 
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ENUNCIAR es un acto ilocucionario y NARRAR es otro; pero son diferentes. No se trata del contenido de lo que digo (de lo dicho) sino del acto de decir: ¿en qué se diferencia el acto de enunciar del acto de narrar, aunque lo dicho sea idéntico?
“Juan entró al cuarto”, ¿es una proposición o una narración?. Si nos atenemos únicamente al enunciado (a lo dicho) es imposible determinarlo. Es necesario analizar el acto ilocucionario que lo produce, (el decir –la enunciación). 
En lo narrado hay descripciones de hechos, pero tales descripciones no son proposiciones: no son ni pueden ser verdaderas o falsas.  Por el acto de narrar se prohibe o se suspende la pregunta de si la descripción es verdadera o falsa. Sólo importa la descripción. Aquí la descripción ES (y SÓLO ES).
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¿No queda ningún rastro de la enunciación en el enunciado?, ¿NO HAY SEÑALES EN EL ENUNCIADO DEL ACTO DE ENUNCIACIÓN?, ¿cómo los diferenciamos, cómo nos damos cuenta si es uno u otro (enunciar o narrar, por ej.)? En la vida NOS DAMOS CUENTA, aunque no siempre. ¿Nos damos cuenta?, ¿qué quiere decir “nos damos cuenta”? Es terrible cuando no podemos darnos cuenta si alguien nos habla en serio o no. LA CARGADA, la ironía REAL. (Hay que analizar las situaciones donde esto se produce: levante de una mina y no sabemos si ella jode o no; charla con un amigo que no puede decirnos en la cara lo que piensa y lo sugiere,etc). EL MALENTENDIDO.
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 FICCIÓN Y DOCUMENTAL: LA MIRADA A CÁMARA.
El documental se propone, aspira, cae dentro del régimen proposicional. La ficción no.

SEMIOLOGÍA Y LINGÜÍSTICA